Conectada con el chakra de la garganta (la herramienta de la comunicación) y el chakra del tercer ojo (el que nos conecta con el mundo espiritual), la labradorita se encuentra en esa línea entre lo que necesitamos aquí en la tierra y lo que puede ayudarnos a dar un salto más alto. La piedra de la transformación y la piedra del coraje: si esas dos cosas te llaman, la labradorita puede ser la piedra curativa que has estado esperando. Lejos de ser solo una cara bonita, la labradorita, con sus esquemas de colores claros, parece susurrar una curación poderosa. La labradorita elimina toda esa basura, revitaliza el espíritu con una explosión brillante de energía y te mantiene en marcha en lugar de sentirte agobiado por los eventos del mundo y las responsabilidades personales. Si alguna vez necesitaste un toque de motivación para enfrentar el desafío, la labradorita siempre está lista para ser tu mascota personal.
